Un poco de historia…
Hace más de cien años, Thomas Alva Edison fundó la primera compañía eléctrica del mundo en Estados Unidos, marcando el inicio de la era eléctrica. En aquellos tiempos, el único «electrodoméstico» conocido era la bombilla, y la electricidad se utilizaba exclusivamente para la iluminación.

Sin embargo, surgió una pregunta crucial: ¿qué voltaje debería aplicarse en los hogares? Según las leyes estadounidenses de la época, un voltaje de 100 voltios se consideraba seguro para las personas. A pesar de esto, Edison argumentó que por precaución, el voltaje debía aumentarse y se estableció en 110 voltios.
Cuando la electricidad llegó a Europa, surgieron una variedad de aparatos eléctricos como ventiladores, secadores de pelo y planchas. Ante esta nueva demanda, las compañías eléctricas europeas decidieron duplicar el estándar estadounidense y fijaron un voltaje de 220 voltios para «distribuir» el doble de energía en los hogares.
Así, la divergencia en los estándares de voltaje entre Estados Unidos (110V) y Europa (220V) quedó establecida, y continúa siendo una característica distintiva en los sistemas eléctricos de ambas regiones hasta el día de hoy.
Una curiosidad encontrada en Quora publicada por Lucas Manuel




